Una de las principales enseñanzas del huracán Melissa fue la importancia de la redundancia energética en los sistemas de bombeo y tratamiento. Numerosas plantas quedaron inactivas por cortes eléctricos, afectando a más de un millón de personas. La experiencia confirma la necesidad de los microcircuitos en redes de AP, paneles solares y generadores probados periódicamente, así como reservas estratégicas de combustible para mantener la operación mínima.
